Un mundo hostil

Puede que usted sea una persona espiritual. Puede que considere la navidad como algo sagrado e importante. Puede que usted sea tan devoto que no cene hasta después de la misa del gallo en caso de que sea cristiano o que siga a la perfección la tradición del hanukak o el ramadán. Puede que ponga usted velas y haga los rituales religiosos requeridos por sus creencias. Puede que crea que Cristo nació tal día como hoy en invierno y no en primavera y que ni siquiera se lo cuestione.

No voy a ser yo quien cuestione su fe. No es mi intención. "Dios me libre". Lo que sí le pretendo mediante ésta lectura es cuestionar su moralidad y su ética teniendo en cuenta que los cánones de la moral o la ética van más allá de las religiones a pesar del monopolio que éstas han intentado ejercer regulando e incluso legislando o influyendo para conseguirlo. Usted podría perfectamente no ser religioso ni creyente y sin embargo ser una persona ética o moralmente intachable. O al revés.

Podría ser usted la persona más creyente del mundo pero al mismo tiempo despreciar la vida de los demás. Es más, es posible que considerase que aquellos que no profesan su misma religión o ninguna sean seres inferiores que hay que castigar hasta convertirlos en religiosos obligatoriamente, arguyendo que es "mandato divino" que así sea y no de otra manera. Puede que le niegue el saludo, el pan, el agua y la sal al "infiel" o peor lo aniquile. Puede que hiciese proselitismo social o puede que no dejase entrar a ningún "extraño" en sus círculos para que no le contaminase. Por otro lado puede que simplemente fuese usted condescendiente y considerase que los demás se equivocan. O puede que se viera obligado a facilitar a los demás incorporarse a su fe para, según sus creencias, ayudarles.

No son casos tan extraños. A diario se producen estas cosas desde hace siglos o milenios. Así pues queda definido que religión y ética no son coincidentes necesariamente. No son una identidad. Tampoco lo son religión y moralidad aunque aquí la cosa está más confusa dependiendo la acepción de moralidad que escojamos. Así que necesitamos establecer una definición de moralidad en este momento para poder continuar. Hay que decir que la palabra moralidad proviene del vocablo latín "mos, moris" y significa costumbre.

La moralidad define una serie de reglas para distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo adecuado de lo inadecuado a través de los llamados "juicios morales".  La moralidad es un conjunto de reglas definido en una cultura según lo que se acostumbre a hacer en ella y que determina lo que se puede hacer y lo que no. Así pues tirar la cabra del campanario o las corridas de toros, como son costumbres, se podrían llegar a considerar morales, así como el sacrificio de vírgenes, etc... En una tribu africana se puede considerar inmoral no matar la cabra para dar de comer a la tribu. Pero en esa misma tribu no se considera inmoral que las mujeres vayan en topless o se auto-demacren la espalda a latigazos. Lo que quiero decir con esto es que la moralidad es algo relativo y cultural. Por definición podemos decir pues que las religiones son morales o moralistas. Pero eso no quiere decir sin embargo que las religiones sean éticas necesariamente.

De nuevo se requiere definir qué entendemos por ética. Y no es fácil por que cada escuela de pensamiento lo ha definido de una forma diferente. La ética es un concepto más amplio que la moralidad, más complejo y también más universal. La ética engloba a la moralidad y estudia la justificación y la racionalización de las costumbres morales y los actos de los hombres. Juzga a la misma moralidad y al individuo que la sigue y los actos que este realiza de forma consciente. La ética está relacionada con la sociología, la antropología, la psicología, las leyes, la política... porque trata de describir cuando y porqué la acción de un individuo se puede considerar correcta o no, buena o mala, tanto para sí como para los demás. Trata también de estudiar las motivaciones que han de llevar a un ser humano a actuar de una manera determinada. Se hace preguntas como ¿La razón de actuar de una determinada manera ha de ser la obediencia a un ser superior o ha de salir de uno mismo? ¿Hay que hacer las cosas que son buenas para beneficio de uno mismo, para beneficio de los demás o para beneficio del máximo número de gente posible?

Por lo general un acto será éticamente malo si producimos perjuicio y/o denigración en otra/s persona/s. También existe la bioética, en la que se tiene en cuenta el sufrimiento de otros seres biológicos. Cuestionaría si hacer sufrir a un animal es ético, o cuando es ético y cuando no. Por ejemplo se preguntaría cosas como ¿para comer es justificable matar a un animal y para cosméticos o espectáculos no?

Dicho esto consideremos ahora que, tanto si es una persona religiosa como si no, usted se considera una persona éticamente virtuosa. Plantéese la pregunta siguiente: ¿Podría asegurar que todos las acciones que realiza a diario, y más en un mundo globalizado como en el que vivimos, son actos que no causan sufrimiento alguno a otras personas y/u otros seres sensibles aunque estén en el otro extremo del planeta? No pretendo hacerle sentir culpable y se autofustigue. Pretendo que reflexione sobre sus actos. Apelo a su responsabilidad, es decir: ¿puede responder de sus actos cometidos conscientemente como éticos al 100%? ¿Le preocupa que sin saberlo de alguna manera puede que haya causado usted desempleo, enfermedades o la muerte a personas de otra parte el planeta?

Pensará que estoy exagerando pero le puedo comentar 3 o 4 cosas que hacemos a diario y especialmente en navidad que tienen consecuencias muy negativas para otras personas:

1. Gastar exceso de energía eléctrica a partir de centrales térmicas y producir contaminación atmosférica. ¿Hace falta dejar las luces de navidad toda la noche? Con ello está contribuyendo al cambio climático que de momento ya está destruyendo el hábitat de animales, están a punto de hacer desaparecer países enteros en el pacífico como Kiribati y está destruyendo las banquisas árticas y antárticas, perjudicando el modo de vida de los esquimales y de los animales que en ella habitan. Y por si fuera poco se ha sabido que desde que empezó la revolución industrial se ha producido a raíz del humo un fenómeno que se llama "oscurecimiento global" que entre otras cosas ha producido sequía y grandes hambrunas en los trópicos de África trasladando la pluviosidad hacia Europa. 
2. Comprar con exceso de embalajes que producen contaminación y desforestación que contribuye a que el cambio climático siga.
3. Comprar productos fabricados en países en condiciones de explotación y semi-esclavitud. Sí, es verdad que nos sale más barato, pero contribuimos a perder puestos de trabajo de suficiente calidad y por contra contribuimos a explotar gente desesperada que es capaz de trabajar en condiciones de salud muy cuestionables y sin protección ni seguro médico exponiéndose a gases y productos químicos cancerígenos.
4. Comprando en grandes almacenes y grandes cadenas de distribución. Hacer esto produce grandes beneficios a esos almacenes pero como consecuencia los comerciantes pequeños tienen que desaparecer. Se carga muchos puestos de trabajo de buena calidad en cuanto al comercio en detalle.
5. Operar con bancos no éticos, bancos que no controlan en qué se invierte el dinero, si en armas, cargarse el medio ambiente, corromper políticos,...
6. Regalar smartphones, IPAD... Esos teléfonos de última generación para funcionar necesitan el elemento estratégico tántalo que permite miniaturizar muy bien la electrónica. Se concentra casi todo en el Congo. El tántalo es el material más caro que existe pero eso no ha hecho que los congoleños sean más ricos que nunca. Siguen igual o peor, ya que como pasó con los diamantes de sangre, existen indeseables que asesinan a otros para conseguir el preciado metal.. 
7. Comprar alimentos para las copiosas comilionas de navidad y que para ello haya que transportar desde muy lejos, por que están fuera de temporada en su zona. Ésto produce efectos ambientales ya que que requiere de un gasto importante de combustible, produce contaminación y todo lo que se deriva de ella. Pero también puede contribuir a que en los paises de donde se obtienen esos alimentos sus habitantes tengan que pasar hambre ya que a los productores les sale más lucrativo venderle a usted a un precio más elevado que a los habitantes de la zona. No es un comercio justo. Por otro lado el hecho de comprar alimentos lejanos está haciendo que los productores de su zona no puedan competir en precio y se arruinen.